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2025 será un año de retos y ajustes para las empresas en México, marcado por un crecimiento insuficiente, menor dinamismo del mercado laboral y tensiones internacionales será fundamental actuar con estrategia y adaptarse a las condiciones que definirán el próximo año.

Sin duda, las últimas semanas del año están marcadas por un intenso trabajo enfocado en lograr un cierre fiscal y financiero eficiente. Es fundamental contar con un protocolo bien planeado que permita anticipar riesgos innecesarios. No obstante, este también es un momento propicio para reflexionar sobre los avances alcanzados y, especialmente, sobre las oportunidades y desafíos que plantea el entorno económico del próximo año.

Después de un largo período con altas tasas de interés, volvemos a entrar en un panorama de reducción de tasas, por lo que es importante reconsiderar las estrategias de financiamiento y deuda de las empresas, sin olvidar la inestabilidad del mercado cambiario.

El subsidio para el salario, un beneficio fiscal dirigido a trabajadores de bajos ingresos, dejó de ser aplicable debido al aumento del salario mínimo, que superó el límite superior de la tabla del subsidio. Sin embargo, a partir de mayo se modificó el cálculo del subsidio, estableciéndose como una cuota fija para ingresos menores a 1.2 salarios mínimos. Esta modificación ofrece beneficios, pero también presenta ciertas limitaciones tanto para las empresas como para los empleados.